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El e-learning en las PYME
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En este artículo se analizan las características y las necesidades de
aprendizaje en las PYME y se proponen cambios paradigmáticos para
fomentar el uso del e-learning en las PYME como herramienta para
promover la creación de conocimientos.
La actitud de los directivos es probablemente el factor individual más
decisivo en cuanto a la influencia que ejerce en el desarrollo de las
TIC para el aprendizaje en las PYME. Los directivos no siguen ningún método
científico para evaluar las necesidades, sino que suelen ser pragmáticos
en lo que respecta a la formación. Además, la mayoría de las PYME
carecen de formadores cualificados.
Muchas PYME desean distanciarse de las instituciones y de la educación
institucional. A pesar de una tendencia a la flexibilidad en la formación
profesional, las instituciones que imparten este tipo de formación en
general todavía no logran satisfacer las necesidades de las PYME. Los
directivos a menudo no buscan una formación “justo a tiempo” sino
“de ultimísima hora”. Para poder ofrecer esto, se necesitan
materiales de aprendizaje flexibles y métodos flexibles de proporcionar
esta formación. Las tecnologías y los procesos actuales de desarrollo
y distribución de materiales plantean problemas. Por otro lado, las
PYME desean ahorrar dinero: son muchas empresas las que afirman no poder
seguir costeando la formación presencial. Por lo tanto, perciben el e-learning
como una forma potencialmente económica y eficaz de formación de última
hora. Aunque esto también presenta sus problemas (véase más abajo).
A pesar de todo, diversos estudios han demostrado el escaso apoyo que
proporcionan los directivos para la introducción del e-learning. Y lo
que resulta aún más sorprendente, demuestran que las PYME o los
directivos de PYME apenas fomentan el desarrollo del e-learning en su
propia empresa. Aparentemente no existe ningún punto natural al que los
directivos puedan dirigirse para solicitar ayuda y el uso del e-learning
tampoco parece ser una cuestión primordial para las diferentes agencias
de soporte y redes en las que participan las PYME.
Coste/eficacia: el e-learning no debería considerarse una solución
barata
En cuanto al desarrollo del e-learning en las PYME, la cuestión de quién
paga es quizá el punto más apremiante, complejo y aún sin resolver.
El e-learning se ha promovido como una respuesta barata o rentable a la
necesidad de crear formación continua y fomentarla dentro de las PYME.
No obstante, la mayoría de los investigadores y muchos expertos se
muestran inflexibles al afirmar que el e-learning no se puede considerar
una solución barata. Es posible que haya economías de escala que
recojan sus frutos en el futuro, pero incluso esto queda abierto a la
duda. Así pues, el e-learning debe justificarse por sí mismo, como un
sistema que facilita el acceso a una formación continua o que ofrece
entornos de aprendizaje más enriquecedores.
Materiales de aprendizaje: la falta de contenido multimedia
El acceso a los materiales de aprendizaje es un aspecto fundamental en
el desarrollo y la implementación del e-learning en las PYME. En Europa
hay una carencia de contenido multimedia educativo procedente de fuentes
institucionales, profesionales e industriales en los sectores editorial,
de la enseñanza y del software educativo.
Los programas y materiales de aprendizaje suelen abarcar el ámbito de
las tecnologías, sobre todo el uso de paquetes de software estándar,
de las actividades de gestión, como el marketing, o de la enseñanza de
idiomas. Aparte de esto, la oferta es muy limitada. Evidentemente, este
material se dirige básicamente a técnicos, profesionales y personal de
administración (o empleados de oficina).
La situación se agrava aún más en Europa, debido a la diversidad lingüística.
En Europa, el sector universitario fue el iniciador del e-learning y la
mayoría del material de aprendizaje se suministraba en inglés. La
mayor parte de los estudiantes de formación profesional (y alumnos
dentro de las PYME) necesitan materiales en su propio idioma. Existe un
debate creciente sobre la globalización y la localización de software
y de material de aprendizaje. La traducción de estos materiales a
diferentes idiomas no es una tarea técnica sencilla, sino que implica
importantes transformaciones culturales.
Tecnología y estándares: cómo permitir al alumno que cree
materiales de aprendizaje
La adopción de estándares comunes acordados significaría que los
sistemas y materiales de aprendizaje serían interoperables y, por lo
tanto, más sostenibles. Estos estándares permitirían y facilitarían
el desarrollo de material de aprendizaje tanto en empresas individuales
como en agrupaciones de empresas.
Los propios alumnos podrían crear materiales de aprendizaje como
resultado de su compromiso en las actividades de la empresa. La
principal función de la plataforma de aprendizaje informatizada no sería
proporcionar materiales, sino facilitar la transformación y la
comunicación de ideas en forma de conocimientos. El entorno de
aprendizaje basado en el ordenador o en las TIC sería ante todo una
herramienta de proceso que favorecería la creación y la transformación
de conocimientos. La enorme ventaja de este enfoque es que, de este
modo, los materiales de aprendizaje reflejan y respaldan los diferentes
contextos en los que tiene lugar la formación dentro de las PYME.
Las primeras plataformas de aprendizaje solían crearse y mantenerse
localmente. Sin embargo, recientemente existe una tendencia a la adopción
de plataformas (cada vez más sofisticadas desde el punto de vista técnico)
desarrolladas por empresas privadas del sector del e-learning. Pero, por
lo general, éstas no satisfacen las necesidades de las PYME.
Para ser eficaces y accesibles para las PYME, los sistemas y las
tecnologías de aprendizaje deben formar parte de redes más amplias de
desarrollo de conocimientos compartidos. Es importante que sean
compatibles con los estándares emergentes para los materiales de e-learning
a fin de permitir una interoperabilidad y que se puedan compartir los
esfuerzos de desarrollo, así como para facilitar la localización.
Nuevos paradigmas
El verdadero reto consiste en dejar de pensar en términos de los
paradigmas existentes de aprendizaje y de e-learning.
Un nuevo paradigma que convendría abordar es la naturaleza del
conocimiento informal (o tácito) frente al conocimiento formal. Hasta
ahora, el e-learning se centraba en el aprendizaje formal y en la
reproducción de cursos tradicionales a través de medios digitales. No
obstante, la mayoría de los estudios realizados sugieren que, al menos
para los trabajos especializados, el conocimiento tácito es el más
importante en el ámbito de las PYME. La cuestión es cómo se pueden
utilizar los sistemas y las arquitecturas del e-learning para favorecer
el desarrollo de conocimientos tácitos o informales y para
compartirlos.
Un segundo punto que hay que tener en cuenta es la tensión existente
entre el aprendizaje individual, que el e-learning tiende a favorecer, y
el carácter social de la enseñanza más tradicional. La dimensión
social se ha reconocido como un importante motivador e impulsor para
muchos alumnos; un entorno social positivo puede mejorar la eficacia del
aprendizaje, además de permitir una gama más amplia de metodologías.
En tercer lugar, si desarrollar nuevos conocimientos y poder
compartirlos son cuestiones de futuro importantes para las PYME y si el
e-learning, o mejor dicho, los recursos electrónicos deben ser un medio
para conseguirlo, debemos analizar la naturaleza de las interacciones en
el e-learning y desarrollar nuevos procesos y soluciones. Esto requiere
un cambio de tendencia hacia un nuevo paradigma de formación continua
que se base en la aplicación de nuevos principios de trabajo.
En cuarto lugar, y quizá el más importante, se encuentra la cuestión
de cuál es el problema que el e-learning está intentando resolver. ¿Es
beneficioso para las PYME en la fase actual de desarrollo técnico y
pedagógico? Es evidente que las PYME utilizan las TIC para acceder a la
información, pero consideran este proceso como algo muy distinto de
contratar “cursos” de e-learning. Algunas PYME creen que necesitan
el e-learning, pero no saben exactamente para qué. En muchos casos se
ven arrastradas por la necesidad de utilizar las nuevas tecnologías de
la información, pero la falta de integración con el e-learning está
frenando su progreso.
Por último, una cuestión aparte es cómo convencer a los propios
empleados, más que a sus jefes, para que utilicen las nuevas tecnologías
de aprendizaje y cómo conciliar las necesidades de aprendizaje
individuales con las colectivas. Es decir, ¿cómo podemos resolver la
paradoja de proporcionar placer, sostenibilidad y beneficio al mismo
tiempo?
Algunas posibles soluciones
1. Fomentar las culturas de
aprendizaje
La cuestión más crítica es fomentar una cultura de aprendizaje en las
PYME, lo cual conlleva emprender acciones para implicar a una mayor
variedad de actores, así como a las propias PYME. Se trata de una
estrategia a largo plazo, pero sin la cual no podría tener éxito
ninguna iniciativa basada en el e-learning.
2. Movilizar a los directivos de
las PYME
Dentro de este enfoque, es especialmente importante movilizar a los
directivos de las PYME a través del desarrollo y el apoyo de redes
sectoriales, regionales y de aprendizaje.
3. Prestar especial atención al
desarrollo organizacional
El e-learning no debe considerarse un problema o un objetivo en sí. De
hecho, el enfoque actual, centrado en el aprendizaje y la formación,
incluso puede resultar poco útil, sobre todo en vistas del carácter
vago e impreciso de los discursos sobre la formación continua. El e-learning
debe abordarse en el contexto del desarrollo organizacional, incluyendo
un mayor apoyo a las PYME para la introducción de nuevas formas de
organización del trabajo y de nuevas tecnologías en el centro de
trabajo.
4. Dar soporte a las redes como
nuevo paradigma de desarrollo
Las redes deben considerarse un nuevo paradigma de desarrollo. El modo
en que los responsables políticos y de planificación enfocan
actualmente el aprendizaje todavía refleja un “modelo de la era
industrial”, donde la formación continua se considera simplemente
“más de lo mismo para más gente”.
5. Desarrollar un enfoque
diferenciado
Este nuevo enfoque debe estar más diferenciado culturalmente (“la
talla única no es la adecuada para todo el mundo”). En lugar de
adoptar una perspectiva general en la introducción del e-learning en
las PYME, es preciso que se reconozcan las diferentes necesidades de los
distintos sectores y las distintas regiones.
6. Identificar los
desencadenantes de cambios
Es importante identificar los distintos factores desencadenantes que actúan
como catalizadores de cambios y que favorecen una cultura de
aprendizaje. Éstos varían con el tiempo según el sector y la región.
Una vez identificados, se necesitan estructuras que emprendan acciones
inmediatas a corto plazo para aprovechar las oportunidades.
7. Contar con apoyo político
Son muchas las acciones que pueden emprender las instituciones políticas
locales, nacionales y europeas para favorecer el uso de las TIC en el
aprendizaje.
Por ejemplo, sería beneficioso un cambio en las políticas de
financiación actuales de cara a promover y apoyar más proyectos pequeños
basados en comunidades de práctica y que se ejecutaran de forma más
intensa en periodos de tiempo más cortos. Éstos deberían centrarse en
el aprendizaje basado en el trabajo, y no en impartir cursos a distancia
ni en aulas virtuales, y deberían tener como objetivo el desarrollo y
el aprovechamiento de procesos de aprendizaje informales. En lugar de
recurrir a materiales de aprendizaje externos para ofrecer programas de
formación, los desarrolladores o formadores deberían centrarse en los
empleados de las PYME como proveedores (o transmisores) de conocimiento.
El desarrollo de competencias en las PYME depende de los conocimientos,
la experiencia y las actitudes de los propios empleados de las pequeñas
y medianas empresas.
En el ámbito europeo, los proyectos y las redes interregionales pueden
resultar de gran valor. Del mismo modo, los proyectos de apoyo a
agrupaciones de PYME presentan un enorme potencial.
Investigación
La investigación también es importante. Es preciso investigar cómo
utilizan las TIC los directivos y los empleados de las PYME en su
trabajo diario y usar esos datos como base para desarrollar entornos y
oportunidades para el e-learning. Asimismo, hay que identificar un
cambio progresivo de paradigma, del e-learning a la gestión de
conocimientos, e iniciar una investigación sobre el conocimiento. Por
último, se necesita investigar más sobre las redes sociales y las PYME,
así como sobre su impacto en el desarrollo de conocimientos, en la
posibilidad de compartirlos y en el aprendizaje.
Nuevas formas de investigación (por ejemplo, el impulso de la
“investigación de acompañamiento”) donde la investigación tenga
lugar paralelamente a las actividades de desarrollo podrían ayudar a
superar las actuales brechas entre la investigación y la práctica,
entre los investigadores y los profesionales.
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