En los últimos tres años he participado en más de 60 eventos diferentes
donde se han tratado temas relacionados con el apasionante mundo del e-learning
y en muchos de éllos suelo hablar de lo que denomino “El triángulo del e-learning”.
Me gustaría compartir con usted, amable lector, lo que entiendo por los
diferentes modelos que surgen de la relación, no siempre igual, entre:
plataformas, contenidos y servicios.
El e-learning es la formación que utiliza las nuevas tecnologías y que
sobre todo se desarrolla a través del potentísimo medio que es Internet. No
tiene nada que ver con las llamadas empresas punto.com y aunque algunas voces
denuncian que las expectativas no se han cumplido, nadie discute hoy que la
formación (y por tanto el e-learning) es absolutamente imprescindible y estratégico
para la competitividad de los profesionales y de nuestras empresas. Recuerden
que la revista FORBES en setiembre del 2000, hace ahora cuatro años, apuntaba
que el e-learning sería la próxima “killer application” y que se invertirían
millones de dólares en el desarrollo del e-learning. Sin duda alguna algo ha
pasado, quizá no tanto como predecían algunas grandes consultoras, pero el e-learning
en muy pocos años está presente hoy en todos los sectores de la formación.
La tecnología es uno de los lados de este triángulo. Lo que denominamos
plataformas on line, campus virtuales, etc., es un elemento básico, que se ha
convertido en una comodity, en un elemento que ha pasado de venderse a unos
precios astronómicos a encontrarse hoy con acceso libre y gatuito como por
ejemplo en : www.moodle.com.
El desarrollo del software libre permite que miles de profesores de cualquier
parte del mundo “cuelguen” sus cursos en la red y ofrezcan su conocimiento a
millones de usuarios que pueden encontrar cualquier materia para estudiar y
formarse.
Los contenidos es otro de los lados del triángulo. En un primer momento la
industria se volcó en la elaboración de contenidos estándar donde la enseñanza
de idiomas (sobre todo inglés) y de informática/ofimática han sido y son los
cursos más demandados en el sector. Pero con el dominio, conocimiento y uso de
estos cursos las empresas demandan cada vez más “contenidos a medida”,
segmento que está creciendo espectacularmente, sobre todo por la globalización
en su producción y por la entrada en el mercado de empresas de Argentina que
con sus bajos costes están ganando cuota de mercado en nuestro país,
abaratando los precios de esos cursos.
Los servicios, conforman el triángulo. Entiendo por servicios la acción de
los tutores, profesores on line, la documentación que encontramos en la
Biblioteca virtual, y todo un amplio abanico de posibilidades desde el chat a la
conexión on line, que ayuda a desarrollar los múltiples modelos del e-learning.
Porque no hay un único modelo de formación on line, como tampoco hay un único
modelo de formación presencial, de semejante modo que un profesor imparte a su
estilo y saber sus clases, el e-learning permite con la sabia combinación de
sus tres elementos, conformar estilos diferentes de formación que se adaptan
plenamente a las necesidades formativas de los usuarios. Es la persona, el
estudiante, participante o alumno el verdadero centro de la acción formativa.
El e-learning desplaza al profesor a un papel de conductor, motivador, guía,
tutor, que sigue teniendo un papel fundamental pero que debe aprender que
impartir formación virtual es muy diferente a explicar una lección en el aula.
Hagan ustedes todas las combinaciones que quieran y descubran como el
desarrollo de las tres partes de este triángulo del e-learning les aporta el
modelo que mejor se ajusta a sus necesidades actuales de formación.
José Lozano Galera, jlozano@aefol.com , www.aefol.com